martes, 26 de agosto de 2014

Concluyen académicos que Semarnat fracasó en conservar al Águila Real

Se dio a conocer que científicos del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) y del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICyT) establecieron que el águila real pase de ser una especie amenazada, a la categoría en peligro de extinción, ya que en varios estados del país se ha registrado un declive en cuanto al número de ejemplares y parejas reproductivas de esta ave.
Esta conclusión es uno de los resultados de un proyecto nacional para la conservación del águila real, en el que participan científicos de diversas instituciones educativas y de investigación, los cuales son coordinados por Ricardo Rodríguez Estrella, investigador adscrito al Programa de Planeación Ambiental y Conservación del Cibnor, quien, por cerca de dos años, ha estado en colaboración con ellos.
El proyecto de investigación derivó de una convocatoria emitida por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en 2012, que dio como resultado una propuesta integral y concluyó, así, en la activa participación de investigadores mexicanos que trabajan en beneficio del águila real y su hábitat.
Cabe mencionar que los proyectos de conservación de esta especie recae en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a través de la Comisión nacional de Áreas Naturales Protegidas y de la misma Conabio, y que para los investigadores estos organismos han fracasado rotundamente en dichos proyectos de preservación de esta especie.
Pese a que desde 2010, la Semarnat incluyó en su Norma Oficial Mexicana (059) al águila real en la categoría de especie amenazada, situación que se pretende modificar para que sea concebida oficialmente como una especie en peligro de extinción.
En comunicado de prensa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se informó que para Rodríguez Estrella, que entre los resultados arrojados por este proyecto destacan los reportes que indican un mayor número de nidos en entidades como Chihuahua, Jalisco, Zacatecas, Coahuila y San Luis Potosí. En cambio, en Guanajuato, los pocos nidos monitoreados han ido desapareciendo.
Esta condición ha sido atribuida a la actividad humana, la cual ha propiciado que las características de su hábitat hayan sido alteradas por cambios en el uso de suelo, una situación que, en conjunto con la cacería, electrocución, envenenamiento y otros factores, han ocasionado que las poblaciones de esta águila se vean disminuidas en algunas regiones de México.
Asimismo, Rodríguez Estrella añadió que, por tratarse de una especie que se reproduce a una edad entre los cuatro o cinco años de edad, una proporción importante del águila real no logra llegar a la madurez reproductiva debido a que tanto adultos como jóvenes inmaduros pueden ser cazados antes, morir de inanición, electrocutados o envenenados, situaciones que se ligan directamente con la escasez de nidos productivos en México.
Las aportaciones económicas para la continuidad de este proyecto han provenido de la Conabio, al igual que de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), y de distintos centros de investigación y universidades participantes.
Cabe mencionar que el águila real es conocida como un depredador tope, es decir, una especie que se encuentra en la cima de las redes tróficas, con lo que su papel fundamental es mantener un equilibrio en el resto de las poblaciones de animales sobre las que depreda, promoviendo a la vez mayor biodiversidad en las zonas donde se encuentra.

El águila real habita en pastizales, bosques y en zonas desérticas de estados, como Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua, Coahuila, Durango, y la península de Baja California, entre otras entidades al norte del país. 

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