Se
dio a conocer que científicos del Centro de Investigaciones Biológicas del
Noroeste (Cibnor) y del Instituto Potosino de Investigación Científica y
Tecnológica (IPICyT) establecieron que el águila real pase de ser una especie
amenazada, a la categoría en peligro de extinción, ya que en varios estados del
país se ha registrado un declive en cuanto al número de ejemplares y parejas
reproductivas de esta ave.
Esta
conclusión es uno de los resultados de un proyecto nacional para la
conservación del águila real, en el que participan científicos de diversas
instituciones educativas y de investigación, los cuales son coordinados por Ricardo
Rodríguez Estrella, investigador adscrito al Programa de Planeación Ambiental y
Conservación del Cibnor, quien, por cerca de dos años, ha estado en
colaboración con ellos.
El
proyecto de investigación derivó de una convocatoria emitida por la Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en 2012, que
dio como resultado una propuesta integral y concluyó, así, en la activa
participación de investigadores mexicanos que trabajan en beneficio del águila
real y su hábitat.
Cabe
mencionar que los proyectos de conservación de esta especie recae en la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a través de la
Comisión nacional de Áreas Naturales Protegidas y de la misma Conabio, y que
para los investigadores estos organismos han fracasado rotundamente en dichos
proyectos de preservación de esta especie.
Pese
a que desde 2010, la Semarnat incluyó en su Norma Oficial Mexicana (059) al
águila real en la categoría de especie amenazada, situación que se pretende
modificar para que sea concebida oficialmente como una especie en peligro de
extinción.
En
comunicado de prensa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se
informó que para Rodríguez Estrella, que entre los resultados arrojados por
este proyecto destacan los reportes que indican un mayor número de nidos en
entidades como Chihuahua, Jalisco, Zacatecas, Coahuila y San Luis Potosí. En
cambio, en Guanajuato, los pocos nidos monitoreados han ido desapareciendo.
Esta
condición ha sido atribuida a la actividad humana, la cual ha propiciado que
las características de su hábitat hayan sido alteradas por cambios en el uso de
suelo, una situación que, en conjunto con la cacería, electrocución,
envenenamiento y otros factores, han ocasionado que las poblaciones de esta
águila se vean disminuidas en algunas regiones de México.
Asimismo,
Rodríguez Estrella añadió que, por tratarse de una especie que se reproduce a
una edad entre los cuatro o cinco años de edad, una proporción importante del
águila real no logra llegar a la madurez reproductiva debido a que tanto
adultos como jóvenes inmaduros pueden ser cazados antes, morir de inanición,
electrocutados o envenenados, situaciones que se ligan directamente con la
escasez de nidos productivos en México.
Las
aportaciones económicas para la continuidad de este proyecto han provenido de
la Conabio, al igual que de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(Conanp), y de distintos centros de investigación y universidades
participantes.
Cabe
mencionar que el águila real es conocida como un depredador tope, es decir, una
especie que se encuentra en la cima de las redes tróficas, con lo que su papel
fundamental es mantener un equilibrio en el resto de las poblaciones de
animales sobre las que depreda, promoviendo a la vez mayor biodiversidad en las
zonas donde se encuentra.
El
águila real habita en pastizales, bosques y en zonas desérticas de estados,
como Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua, Coahuila, Durango, y la península
de Baja California, entre otras entidades al norte del país.
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